Contenido académico
Líneas temáticas

A través de un enfoque crítico que permita ampliar el campo de estudio más allá del canon, proponemos revisar las complejidades estéticas del período europeo de entreguerras y explorar nuevas formas de entender la producción poética desde la perspectiva de género, la diáspora, las periferias y las relaciones transnacionales.
1. Literaturas y escrituras
Poesía: nuevos acercamientos a trayectorias de gran complejidad
Nara Mahou y Carlos Peinado
El grupo del 27 hizo de la lírica un auténtico ars vivendi. La poesía traspasó las fronteras del género para impregnar diversas facetas de su trayectoria vital, siendo clave en la acuñación de la etiqueta generacional que define su lugar tanto en la historiografía literaria como en el imaginario colectivo. Los actos de 1927, la antología de Gerardo Diego, la importancia capital de autores como Lorca o Cernuda son hitos de un proceso de (auto)canonización que ha perdurado con éxito durante décadas. Sin embargo, el relato dominante ha privilegiado un conjunto de autores que, si bien representan un núcleo relevante, no son los únicos. Además, el apelativo de «generación» ha revelado ciertas deficiencias que opacan aspectos y matices importantes de un contexto creativo más complejo.
Esta línea temática se presenta como un espacio para la reflexión a través de miradas que trasciendan los límites de las aproximaciones tradicionales. Sin perder de vista la centralidad de este grupo en la literatura española del siglo XX, se aboga por un enfoque crítico que permita ampliar el campo de estudio más allá del canon establecido, revisar las complejidades estéticas del período europeo de entreguerras, y explorar nuevas formas de entender la producción poética desde la perspectiva de género, la diáspora, las periferias y las relaciones transnacionales. Se pretende, así, ofrecer una visión renovada de la poesía del 27 basada en el diálogo interdisciplinar e internacional, con el fin de cuestionar y enriquecer las narrativas heredadas.
Entre otros posibles ejes se invita a:
- Resituar las aportaciones poéticas de figuras que han sido sistemáticamente marginadas, con especial énfasis en mujeres poetas silenciadas por una crítica históricamente androcentrista, poetas periféricos o vinculados a contextos locales menos visibles o voces del exilio que contribuyeron a la expansión de la poesía española en otras latitudes.
- Problematizar las clasificaciones categóricas que tradicionalmente han encasillado la obra de los y las poetas del 27 en una única corriente. Se persigue explorar las tensiones estéticas que marcaron la creación poética en la Europa de entreguerras, prestando atención a la diferencia entre vanguardia y modernism en la poesía española (cf. Andrew A. Anderson); las relaciones con otros movimientos europeos como el surrealismo, el expresionismo, el simbolismo tardío o el futurismo; la búsqueda de una poesía pura y universal versus una poesía comprometida y de arraigo social; o el impacto de la guerra civil y los totalitarismos europeos en la transformación de sus propuestas poéticas.
- Aportar nueva luz a las figuras emblemáticas del panorama poético del momento bien a través de documentación o información novedosas que ayuden a la interpretación de su obra, bien mediante estudios que resitúen su significación en el conjunto de la creación poética del periodo o aborden aspectos no tratados con anterioridad.
- Reflexionar sobre cómo esta tradición sigue dialogando con la literatura contemporánea. Se aceptan relecturas desde la crítica feminista, postcolonial y queer que desestabilicen las lecturas hegemónicas y abran nuevas interpretaciones de la obra del 27.
La narración: entre la experimentación y el compromiso
Mercedes Comellas y Juan Carlos Gil
La Generación del 27 es ampliamente conocida y estudiada por su vertiente poética, mientras que la narrativa, fundamental para comprender la totalidad de su propuesta literaria, ha quedado a menudo a la sombra de la primera. Sin embargo, los años 20 constituyen un periodo de gran efervescencia en el mundo de la narrativa, no solo en los jóvenes, sino también en los escritores asentados: tanto teóricamente (de las Ideas sobre la novela de Ortega al “Prólogo casi doctrinal sobre la novela” de Baroja) como creativamente (Cómo se hace una novela, El obispo leproso o El novelista). Una parte de los jóvenes (en consonancia con los postulados orteguianos) practica una narrativa basada en el esteticismo, la morosidad, la falta de argumento, el intelectualismo o el juego artístico absoluto (Jarnés, Ayala, Chacel). Frente a la corriente experimental o vanguardista, encontramos un grupo de jóvenes escritores (con frecuencia también periodistas) que se posiciona contra los jóvenes “neo-clásicos” y “puros” defendiendo una literatura de avanzada. Del manifiesto del grupo “Claridad” (1919) al “Manifiesto a los intelectuales” de Barbusse (1927), toda una línea de literatura comprometida se extiende, desembocando en el ensayo El Nuevo Romanticismo de Díaz Fernández. Escritores como César M. Arconada, Díaz Fernández, Balbontín o Sender buscan una prosa apegada a los problemas sociales y políticos de esta convulsa época. En la posguerra y el exilio encontraremos las grandes novelas de la guerra civil y posteriormente una diversificación de trayectorias narrativas que llegan hasta la novela posmoderna (El jardín de las delicias).
Posibles enfoques:
- Análisis formal y temático: experimentación (fragmentación, estructuras no lineales, lirismo narrativo), recursos vanguardistas, temáticas tratadas (sociedad contemporánea, memoria, identidad, conflicto).
- Relación con otros géneros y medios: diálogo entre la narrativa, la poesía, el teatro, el cine y las artes plásticas. Cómo los autores integraron sensibilidades y recursos de otras disciplinas artísticas.
- Estudio de la obra narrativa o trayectoria de determinados autores/as, incluidas aquellas figuras vinculadas a la generación normalmente excluidas del núcleo principal.
- Análisis de obras específicas o estudios comparatistas.
- Relación entre narrativa y contexto histórico: debates sociales, políticos y culturales del momento (modernización de España, movimientos obreros, preguerra). Compromiso social y político.
Escritores en prensa: el periodismo en la generación del 27
Juan Carlos Gil y Nara Mahou
El periodismo, en tanto que actividad intelectual que construye la actualidad con los hechos más importantes del día, supo recoger las innovaciones estéticas y morales de los miembros de la Generación del 27. Muchos de ellos colaboraron en los medios de comunicación de la época y, además de ganar cierta relevancia social para el público lector, imprimieron un estilo innovador y de alta calidad. Dichas colaboraciones, en las que la estética y el compromiso social se entrelazaban, aparecen en forma de crónicas y artículos de opinión principalmente y se utilizan para cuestionar los valores de una España que transitaba entre el conservadurismo (no existía libertad de prensa e imperaba la censura) y algunos intentos de modernidad. Por ello, la trascendencia de su producción periodística radica no solo en la calidad literaria, sino en la capacidad de generar un discurso crítico que supo dialogar con su tiempo. Las crónicas, artículos y ensayos de estos autores, a menudo impregnados de un lirismo característico, constituyen un ejemplo paradigmático de cómo las fronteras entre géneros podían diluirse para dar lugar a una prosa híbrida y experimental.
Esta línea contempla dos abordajes principales:
(1) La prensa (periódicos y revistas) como medio de comunicación: en el contexto de los años 20 y 30 del siglo XX, publicaciones como El Sol, La Voz o ABC no solo informaban sobre acontecimientos de actualidad, sino que también ofrecían espacios dedicados a la crítica cultural y la reflexión literaria. En estas secciones, algunos autores y autoras del 27 hallaron una plataforma ideal para exponer sus propuestas estéticas y su visión del mundo. Además, con artículos, crónicas y reseñas pusieron de manifiesto un claro interés por romper con las formas tradicionales del lenguaje periodístico, al que empezaron a introducir elementos y recursos propios del ámbito literario. En ese ámbito, son bienvenidas las propuestas que se interesen por:
- Dinámicas editoriales y estrategias de visibilidad
- Papel de la prensa en la construcción de su identidad colectiva y establecimiento de redes culturales
- Vanguardias, poesía social, ideas políticas, luchas sociales reflejadas en textos periodísticos de estos autores.
- El periodismo como género de escritura analizado en sus diferentes modalidades: narración: crónica, reportaje, artículo de opinión. Igualmente, son de interés las siguientes aproximaciones:
- Periodismo cultural, secciones de cultura de los periódicos, revistas culturales.
- Nombres de la Generación del 27 (hombres y mujeres) que se hayan dedicado al periodismo, análisis de los subgéneros y temáticas abordadas. Caben figuras que, aunque no se hayan incluido tradicionalmente en el grupo generacional, hayan practicado el periodismo en ese momento y destaquen bien por la calidad de su prosa, bien por su labor informativa o, más específicamente, porque están relacionadas con los autores que sí habitualmente se incluyen en la nómina del 27.
- Hibridación genérica. Crónicas o reportajes que emplean los recursos de la novela (de Viaje a la aldea del crimen a Un liberal ante la revolución.
- Dinámicas de censura, autocensura o las estrategias discursivas que adoptaron frente a la convulsa realidad de los años 20 y 30.
En este sentido, las comunicaciones pueden abordar tanto estudios de caso específicos como análisis comparativos o transversales, contribuyendo a una comprensión más amplia del rol que desempeñaron los medios impresos en la difusión y permanencia del legado cultural de la Generación del 27.
El panorama escénico español: reflexiones desde la Generación del 27
Eva Moreno
Este eje temático invita a explorar las diferentes dimensiones del fenómeno teatral que convivieron durante la década del veinte y el treinta, los diferentes estilos teatrales y musicales, la danza, los títeres y el circo, entre otras. Igualmente, las comunicaciones podrán abordar cualquiera de las disciplinas del hecho teatral: dirección, interpretación, producción, escenografía, vestuario, dramaturgia e, incluso, el periodismo especializado en la escena, bien sea aquel centrado en la recepción teatral o el que difunda ideas, teorías y conceptos sobre las artes escénicas. Asimismo, se valorarán las investigaciones que se centren en la educación teatral, ya sea en escuelas oficiales o iniciativas privadas.
Se pretende mostrar la complejidad y la variedad escénica de este periodo, desde los teatros comerciales que reflejaban el deseo de las élites hasta los espacios de vanguardia generados por los jóvenes intelectuales que veían en el teatro una herramienta para transformar la realidad. Del mismo modo, se tienen en cuenta las manifestaciones del llamado teatro ligero, como revistas y vodeviles que en muchos casos presentaban unos lenguajes visuales e intérpretes menos castigados por las críticas de la llamada “crisis del teatro”. Se aceptan tanto investigaciones sobre figuras emblemáticas y conocidas, como la de otros nombres que han quedado más tapados por la historia. Este espacio también se abre al estudio del impacto de la guerra civil en las artes escénicas y las posteriores consecuencias. Igualmente, se quieren impulsar trabajos que se centren en la evolución de estas disciplinas escénicas después de la guerra civil, ya sea en el exilio o en la España de posguerra. Este eje temático aspira a ofrecer una visión integral de los estilos escénicos de la época y su transformación ante los cambios sociopolíticos.
Escrituras del yo en el 27
Clara Marías y Eva Moreno
En las últimas décadas, gracias al esfuerzo de grupos de investigación como GEXEL o editoriales como Renacimiento, con su Biblioteca del Exilio, numerosos textos de las llamadas “escrituras del yo” de la generación del 27 han sido exhumados, publicados y estudiados. Piénsese en las Memorias de la melancolía de María Teresa León, o en las Memorias armadas, memorias habladas de Concha Méndez transmitidas a su nieta Paloma Ulacia Altolaguirre, o en los epistolarios de Carmen Conde con Ernestina de Champourcin o de Jorge Guillén y Pedro Salinas. Esta abundancia de publicaciones ha propiciado un incremento de los estudios críticos sobre estos documentos, consolidando su relevancia dentro del ámbito académico. No obstante, junto a estos textos ampliamente estudiados, han visto la luz otros epistolarios y memorias de nombres menos (re)conocidos que, pese a su valor literario e histórico, no han recibido la atención crítica que merecen. Resulta esencial impulsar investigaciones que se centren en estos documentos menos explorados, ya que podrían revelar aspectos inéditos y ofrecer una visión más completa de este ambiente literario.
Además, en los diferentes archivos de fundaciones, museos, bibliotecas e incluso en colecciones familiares y particulares, siguen existiendo materiales inéditos, muchas veces dispersos entre España y otros países, especialmente en el caso de los exiliados, como han puesto de manifiesto Teruel y López Ríos en su reciente estudio. Estos documentos, aún por explorar, incluyen epistolarios, cuadernos personales, memorias, borradores y manuscritos que contienen trazas autobiográficas o autorrepresentativas. Su análisis permitirá establecer conexiones con otros movimientos literarios, identificar nuevas colaboraciones e influencias y, en definitiva, arrojar luz sobre aspectos relevantes tanto de los procesos creativos de los autores y las autoras como de las relaciones que establecieron.
Por tanto, esta línea busca acoger trabajos sobre cartas, diarios, memorias y autobiografías de intelectuales vinculados a la llamada “generación del 27”, ya sean escritos antes de la guerra civil, durante el conflicto, en el exilio, o durante la dictadura; y tanto inéditos como publicados en vida o de manera póstuma. Dichos textos pueden ser abordados desde perspectivas biográficas, como documentos históricos o egodocumentos, o desde un enfoque literario, como “escrituras del yo”, explorando la autorrepresentación de los escritores. El objetivo general es profundizar en la riqueza y la diversidad de las “escrituras del yo” de este periodo, abriendo el camino a nuevos estudios, nuevas perspectivas interdisciplinarias y explorando también documentos inéditos.
Lengua y estilo en el 27
Ana Mancera
La generación del 27 inspira estudios lingüísticos en sus diferentes ramas, más allá de las cuestiones estéticas y literarias: análisis del discurso y pragmática, historia del español, lingüística de corpus, lexicología, historiografía lingüística, etc. Así, serán bienvenidos en nuestra sección todos los trabajos que se basen en textos de los miembros de la generación del 27 o de su época (prosa, teatro, poesía, prensa, ensayo, publicidad, epistolarios, textos científicos, diccionarios…), desde perspectivas sincrónicas o diacrónicas, enfocados en un rasgo particular (marcadores del discurso, estructura del predicado, construcción sintáctica, campo léxico o semántico, modalización…), o en la construcción del discurso a partir de un determinado conjunto de textos de estos autores.
2. Otros artes, otros saberes
De la vanguardia artística al lenguaje de los nuevos medios. Pasado, presente y futuro de la Generación del 27 en su relación con otras artes
Luis Navarrete
Como resultado de su compromiso con el presente, existe, entre los miembros de la Generación del 27, una voluntad consciente de interrelación y conexión con otras artes de su tiempo. Al margen de su estudiada relación con la música y la pintura, destacan, en esta conexión intermedial, la poética cinematográfica de Alberti, los recuerdos fílmicos de Cernuda o las incursiones de Lorca en la escritura de guiones cinematográficos. El cine supuso para sus miembros el encuentro entre la máquina y el arte, un nuevo espacio para la modernidad estética.
Cien años después, las tecnologías de la información y los medios digitales, a la postre una redefinición de la máquina, han generado nuevas experiencias ligadas a las vanguardias y a la Generación del 27. Hoy podemos experimentar videojuegos sobre Lorca o Buñuel, jugar juegos digitales educativos sobre sus miembros o explorar aspectos culturales, intelectuales y artísticos de la Generación del 27 mediante la emulación del famoso juego Breakout. Al mismo tiempo, la presencia de temáticas conectadas con la Generación del 27 en redes sociales y otros medios digitales ha facilitado su conocimiento por parte de los más jóvenes.
El 27, la traducción y los estudios filológicos
Manuel Ángel Vázquez Medel
Los poetas y escritores del 27 son los más cosmopolitas, abiertos a la creación en otras lenguas y extraordinarios traductores de nuestra historia literaria. Conocedores de otros idiomas (especialmente francés, inglés y alemán) entendieron que sus traducciones no solo permitían el acceso a obras imprescindibles de la tradición (Shakespeare, Goethe, Baudelaire o Whitman entre otros) sino a lo que se estaba escribiendo en Europa, como muestran las excelentes versiones de En busca del tiempo perdido de Proust por Pedro Salinas, Retrato del artista adolescente de Joyce por Dámaso Alonso, o El cementerio marino de Valéry por Jorge Guillén y también Gerardo Diego. Igualmente, la traducción proporcionó una fuente de ingresos necesaria, especialmente en el exilio.
Díez de Revenga ha ofrecido un excelente estudio y antología sobre Las traducciones del 27. Pero queda mucho por analizar, incluso para calibrar la importancia de la práctica traductora en la conformación del propio estilo de nuestros escritores. La ampliación del canon del 27 nos permitirá también acercarnos a la extraordinaria labor traductora de Francisco Ayala, desde cinco lenguas (alemán, francés, inglés, italiano y portugués), con autores tan importantes como Rilke, Thomas Mann o Moravia. Admirables son las traducciones de las escritoras del 27 como Ernestina de Champourcin (Paul Claudel y Charles Péguy entre otros) o María Teresa León. Tampoco olvidemos la excelente labor de Zenobia Camprubí en las traducciones de Tagore.
Junto a este interés por la traducción, la formación filológica de este colectivo permitió un claro avance en el desarrollo de la lingüística, la teoría y la crítica literarias. No olvidemos que, desde el impulso de Menéndez Pidal tanto Amado Alonso (traductor del Tratado de Lingüística General de Saussure) como Dámaso Alonso fueron fundamentales en la que se ha llamado “Escuela española de estilística”. Los escritores profesores como Salinas y Guillén, pero también Cernuda, que dictó clases en el exilio, renovaron nuestra percepción de la lengua y de la literatura. Y hemos de destacar igualmente a Concha Méndez, que realizó la carrera de Literatura geográfica y obtuvo el título de Profesora de español.
Pensamiento en el 27 (autores/as como pensadores/as)
Manuel Ángel Vázquez Medel
La superación de la etiqueta de “Generación del 27”, referida casi en exclusiva a sus grandes aportaciones a la literatura (especialmente a la poesía), nos debe conducir a la noción de campo cultural, en el que se encuentran diferentes ámbitos de la creación estética con el pensamiento y la ciencia.
En el primer tercio del siglo XX surgieron figuras de gran importancia en el ámbito del pensamiento, como María Zambrano, una de las pensadoras más importantes de este grupo, que subraya la conexión entre filosofía y poesía como modos de conocimiento. Su obra, considerada un «giro epistemológico y estético», reivindicó la razón poética y exploró temas como lo sagrado, el delirio, el sueño, la memoria y la luz. Encontramos en esta segunda década del s. XX el comienzo de la trayectoria de Joaquín Xirau o de Francisco Ayala, discípulo de Ortega como Zambrano, gran exponente del pensamiento (que implica el ámbito sociológico) y de la escritura ensayística. Y ha de revisarse la conexión del pensamiento de Xavier Zubiri o Manuel García Morente con su entorno generacional.
La influencia del pensamiento filosófico se hace también patente en la obra de los escritores y escritoras del 27, a través de los siguientes aspectos y dimensiones, entre otros:
- La búsqueda de la bondad, la belleza y la verdad, reflejada en la precisión del lenguaje poético y la exploración de la realidad.
- La preocupación por la condición humana, presente en sus obras, que abordan la angustia existencial, el amor, la muerte y el compromiso social.
- La reflexión sobre la realidad de España en Europa y el mundo, interrogándose sobre la identidad española y su futuro, en un contexto de crisis económica, social y política, cultural y educativa.
- La apertura a las vanguardias: el interés por las nuevas corrientes de pensamiento, como el surrealismo, impactó en la estética y la temática de sus obras, yendo más allá de lo meramente racional e implicando aspectos del preconsciente y del mundo onírico y emocional. Piénsese en formas híbridas como el diario Orbe de Juan Larrea o los ensayos proféticos (entre filosofía, poesía y teología) del mismo autor.
En ocasiones la creación poética se convierte en un verdadero instrumento de reflexión, de pensamiento crítico y creativo, como ocurre en los Diálogos del conocimiento de nuestro Premio Nobel Vicente Aleixandre, o de indagación sobre las pulsiones esenciales de lo humano como revela el título de la obra poética de Cernuda La realidad y el deseo.
La edición: revistas y editoriales
Carlos Peinado
Para el acceso al público lector por parte de un grupo de escritores, editoriales y revistas son espacios imprescindibles. En algunos casos, los jóvenes escritores acceden al mundo literario a través de revistas de los maestros, como Índice o Revista de Occidente (en cuyas colecciones editoriales aparecen Presagios, la primera edición de Cántico o el Romancero gitano). Pero igualmente los jóvenes escritores fundaron sus propias revistas, vehículo indispensable para la afirmación de esta nueva hornada que llega al panorama literario a mediados de los años veinte. Son numerosas las revistas que fundan los escritores jóvenes en estos años, a través de las cuales pretenden diferenciarse y mostrar sus principales claves literarias o ideológicas, con modernas tipografías y una cuidada estética en algunos casos: Litoral, Mediodía, Gallo, Carmen, Lola, La Gaceta Literaria, Cruz y Raya… Pero también se manifiesta en nuevas revistas la reacción de un arte comprometido socialmente, como el lanzamiento de Post-guerra o Nueva España. En el periodo de la guerra civil surgen las míticas Hora de España o El Mono Azul, entre otras. En el exilio, las revistas cumplen con la necesidad de mostrar al exterior una imagen cohesionada de los exiliados, afirmando que la causa republicana sigue viva. Surgen revistas como España Peregrina o Romance, así como editoriales como Séneca o Cruz del Sur. En esta línea del congreso, se acogen investigaciones que analicen el mundo editorial de estos años, las empresas que llevan a cabo los escritores de la generación, el análisis tanto de contenido (línea editorial) como de estética (imágenes, dibujos, fotografía, tipografía), su función en el panorama literario del momento, etc.
3. (Re)pensar el 27
Planteamientos teóricos
Isabel Clúa y Mercedes Comellas
Aunque el concepto de «generación» ha mantenido en determinados marbetes literarios su antigua popularidad, se impone reconocer sus limitaciones a nivel general y especialmente en el caso particular de su aplicación al 27. En primer lugar, se trata de un término que presenta una fuerte vinculación con planteamientos positivistas e historicistas propios del siglo XIX, aplicados de manera inapropiada y limitados a una visión obsoleta del objeto literario. En segundo lugar, presupone una uniformidad y una idea de «lenguaje generacional» que oculta las diversas sensibilidades y enfoques estéticos de las que participaron tanto los distintos autores como sus diferentes obras. Tercero, dicho concepto tiende a excluir a numerosos individuos por razones tan superficiales como las meramente biográficas, asumiendo que aquellos que comparten una misma temporalidad y experiencia colectiva son los únicos legítimos miembros de esa generación, lo cual, en la práctica, deja fuera a mujeres, a autores fuera de la Península y a otros grupos. Finalmente, adopta una lógica determinista que ignora la coexistencia y superposición de tendencias y movimientos. La noción de que una nueva generación surge sobre los cimientos de una anterior, que rápidamente se extingue, no refleja la realidad de los procesos culturales, los cuales están marcados por continuidades y solapamientos.
Esta revisión de la perspectiva teórica del marbete abre la puerta a la exploración de enfoques que proporcionen herramientas para analizar el 27 de una manera más inclusiva y compleja. En esta deberá tenerse en cuenta de un lado el marco general de las vanguardias en el que se desarrolló la obra de sus componentes, así como la distinta evolución y participación de aquellos que fueron excluidos de una operación de visibilización (o de «marketing») cuyo éxito se ha sostenido en la historiografía literaria hasta el presente, con el resultado de los numerosos problemas dichos.
Las mujeres del/en el 27
Nara Mahou y Eva Moreno
Ya desde los años 80 del pasado siglo la crítica literaria feminista ha tratado de visibilizar las contribuciones de las mujeres a la literatura y las artes en el marco generacional del 27. No obstante, ha sido durante esta última década cuando se ha producido un verdadero auge en el estudio de sus vidas y obras. La difusión del documental Transmedia Las Sinsombrero (RTVE, 2015), liderado por Tània Balló, ha jugado un papel determinante.
Las “modernas” transgredieron los corsés impuestos por el modelo “ángel del hogar” para conquistar espacios públicos hasta entonces vetados a las mujeres. Narradoras, traductoras, poetas, pintoras, músicas, dramaturgas y periodistas integran una larga nómina que, pese a todo, sigue ocupando una posición secundaria dentro de la generación, tanto a nivel académico como educativo y mediático. A la invisibilidad inherente al género, hay que sumar otros factores que acentúan el carácter subalterno o marginal de algunas figuras. Es el caso de las intelectuales que escribieron desde la periferia española, alejadas de las grandes urbes, o el de las obreras que tomaron la palabra para abordar temáticas diferentes a sus coetáneas burguesas. La falta de (re)conocimiento hace que muchas obras permanezcan todavía inéditas en archivos, tanto públicos como privados.
Lejos de tratar a las mujeres como un grupo separado de la Generación del 27, esta línea temática invita a reflexionar sobre las causas estructurales que condujeron a la invisibilidad de estas dentro del movimiento, evaluar las relaciones (de reconocimiento y exclusión) con sus pares masculinos y a ampliar el foco más allá de las llamadas “Modernas de Madrid” para dar cabida a otras voces. En términos generales, se busca cuestionar las dinámicas de poder que operan en el canon literario y artístico, además de ofrecer una visión panorámica, compleja y real del legado de la generación del 27 para situarlo en el lugar que le corresponde.
Aclaración: reubicación transversal de sus obras y aportaciones. Las propuestas concretas sobre la vida y obra de mujeres del 27 podrían reubicarse en otros bloques temáticos, según el enfoque, el subgénero literario o la disciplina artística tratada. De este modo, se integraría su labor en el corpus general del Congreso, evidenciando la transversalidad de sus contribuciones en la cultura del momento. Este enfoque híbrido permitiría destacar tanto la singularidad de sus trayectorias como su inserción en redes creativas y culturales más amplias, sin necesidad de confinarlas a un espacio aislado bajo la etiqueta de género.
La necesidad y el deseo de recordar: el 27 y la memoria histórica
Isabel Clúa y Nara Mahou
Señala María Zambrano en Pensamiento y poesía en la vida española (1939) que «nos falta a los españoles (…) la imagen clara de nuestro ayer, aun el más inmediato», así como «la necesidad y el deseo de recordar, de hacer memoria, y con ella, cuentas de nuestro pasado». Sobre este mismo invita a reflexionar la presente línea temática, considerando cómo el contexto histórico, marcado por la contienda civil y la dictadura, transformó la trayectoria de hombres y mujeres de la generación del 27. Qué lugar ocupa la nómina en la memoria colectiva, cómo dialogan sus figuras y obras con el trauma histórico o cómo se ha resignificado en el marco de la memoria democrática son algunas cuestiones que se plantean. En este sentido, se contemplan propuestas sobre símbolos colectivos de la represión vinculados con esta generación o la representación de la pérdida, el silencio, el vacío, el exilio o la muerte en la literatura española coetánea y posterior. Resultaría asimismo pertinente un análisis de las relaciones entre literatura, poder y memoria, y su materialización en dinámicas de silenciamiento y olvido o en prácticas de justicia histórica.
Espacios de encuentro, sociabilidad y afectos: de las fiestas a los cafés
Isabel Clúa y Carlos Peinado
Aunque la falsa imagen de la «generación de la amistad» ha sido ya desmontada por la crítica, es evidente que, junto con importantes amistades (como la de Guillén y Salinas), los escritores tejieron una red de relaciones que se concretaba en espacios de celebración y encuentro. La estancia en Sevilla de los poetas en diciembre de 1927 se produjo en un ambiente festivo, bajo el amparo de Ignacio Sánchez Mejías. Actos como «la solemne, triunfal coronación de Dámaso Alonso en la venta de Antequera», o la fiesta de Sánchez Mejías en su cortijo de Pino Montano, con disfraces de moros, experiencias hipnóticas o cantes flamencos, no son más que muestras de unión de arte y vida (o cómo el arte rompe las fronteras a que se quiere confinar). Los actos de homenaje a Luis de Góngora en Madrid por parte del grupo, responden a una performance vanguardista, como se observa en el auto de fe en el que se quemaron los muñecos de los enemigos de Góngora o en los «juegos de agua» en las paredes de la Academia. Este tipo de actividades se prolongará hasta las fiestas de disfraces diseñadas por Dalí ya en el exilio. Pero, junto con estas actividades excepcionales (a las que se unían los homenajes con motivos de premios literarios), las relaciones se iban tejiendo a través de las tertulias en cafés, bares o casas particulares. En esta línea del congreso queremos acoger todos elementos que desbordan lo puramente literario y que dan cuenta de las redes de afecto, los espacios de sociabilidad y los aspectos relacionales que permiten desvelar nuevas claves en el estudio de cualquier fenómeno literario.
4. Influencias, redes y legado
La huella medieval y el Siglo de Oro en el 27
Mercedes Comellas, Clara Marías, Pilar Navas
El famoso homenaje al centenario de Góngora celebrado en el Ateneo de Sevilla en 1927 ha sido recibido canónicamente como el acto fundacional de la Generación del 27. La reivindicación gongorina supone, de hecho, un espacio de confluencias y un instrumento para la autoafirmación del grupo. Sin olvidar el papel de las producciones científicas y filológicas vinculadas a las labores universitarias (profesores de literatura fueron Pedro Salinas, Jorge Guillén o Dámaso Alonso), estos autores asimilan la tradición hispánica y la proyectan a través de las creaciones literarias hacia las nuevas formas del modernismo y la vanguardia. Más allá del evidente gongorismo, mostraron interés por otras figuras del Siglo de Oro, como Lope de Vega o Quevedo, y por creaciones medievales como las de Berceo y Manrique. Y ya en el exilio, la imagen de Cid desterrado se convierte en un reflejo del destino de los intelectuales, que lo incorporan a la poesía militante.
Esta línea invita a explorar el diálogo entre la Generación del 27 y las letras del pasado hispánico en el constante balance entre la continuidad y la ruptura. Encuentran aquí su espacio no solamente las investigaciones que conecten el culteranismo y las poéticas del 27, sino también aquellas propuestas que indaguen en la huella de estas tradiciones en el lenguaje poético vanguardista y en el neopopularismo de Lorca, Alberti o Alonso. En un sentido más amplio, esta línea aspira a reflexionar en torno a las relaciones que mantuvo el siglo XX con la tradición literaria medieval y áurea, tanto en la recuperación de autores y obras como en la recreación de géneros, temas y motivos.
La literatura popular y el 27
Clara Marías, Pilar Navas
Además de su conexión con las vanguardias, el otro eje vertebrador de la llamada “generación del 27” ha sido su supuesto “neopopularismo”, que la distinguía de otros movimientos coetáneos europeos. Lo cierto es que muchos de sus miembros estaban vinculados a los mayores estudiosos del Romancero de tradición oral (recuérdese el viaje de Menéndez Pidal a Granada, en que recogió romances de informantes gitanos junto a Lorca, o que María Teresa León era sobrina de María Goyri, responsable de la ordenación y clasificación del Archivo del Romancero), y ello sin duda dejó una huella en su formación y en sus intereses. Es bien conocida la revalorización del romancero que llevó a Lorca a experimentarlo, aunando la tradición oral que había conocido como encuestador, con su poética simbolista e incluso irracional; o la reescritura de géneros de la lírica tradicional como la canción por el propio Lorca, Alberti o Miguel Hernández. Pero el interés por la poesía popular y la huella de esta puede rastrearse también en Emilio Prados, Concha Méndez o Carmen Conde. Por otro lado, los diversos romanceros surgidos durante la guerra civil, muchos de ellos de autores vinculados al 27, implicaron un nuevo uso del género, una nueva revitalización con un sentido político e ideológico.
Esa línea acoge las propuestas vinculadas con estos acercamientos más explorados a la relación del 27 con la literatura popular, pero también anima a los investigadores a ahondar en otras posibles conexiones, ya fuera en su época o en la recepción posterior: con la novela popular o por entregas, con el cuento popular, con el cómic, con la música popular (copla, pop, flamenco). Es interesante constatar cómo muchos autores del 27 contribuyeron a valorar la cultura popular y a difundirla, a veces entremezclada con otras tradiciones cultas; pero también como sus propias obras han sido luego objeto de un proceso de popularización o divulgación.
La generación del 27 en el contexto de las literaturas ibéricas
Isabel Clúa, Carlos Peinado
La presente línea tiene objetivo investigar las relaciones entre la literatura en español y en las otras lenguas de la península. En estas décadas, la literatura en otras lenguas españolas muestra gran vitalidad. En el periodo de entreguerras, la literatura gallega va a experimentar un importante impulso con la creación de las «Irmandades da fala». La vanguardia futurista se encarna en un autor como Manuel Antonio, mientras que Luis Amado Carballo mezcla conservadurismo formal, vanguardia e imaginación, coincidiendo estéticamente con el primer momento generacional del canónico 27. Junto a ello, la unión de poética vanguardista y lírica medieval con la recuperación del romance y la poesía de cancionero (en obras como la Eduardo Blanco-Amor) conecta con los poetas en español, con quienes compartían amistad. No podemos olvidar el caso de poetas bilingües como Rafael Dieste o los poemas escritos en esta lengua por escritores en español como los Seis poemas galegos de Lorca. Esta obra muestra el interés por la tradición gallega que experimentaron los escritores españoles del momento. Las investigaciones pueden versar sobre esta generación gallega, las relaciones (de amistad y de influencia mutua) con los escritores en español, o las lecturas que los escritores llevan a cabo de la literatura gallega.
*En el ámbito portugués, la aparición de la revista Presença en 1927 marca, simbólicamente, como el acto del Ateneo -del que la revista se hizo eco-, la irrupción de una generación de autores que se mueven a través de la modernidad y las vanguardias, conectando con la propia tradición nacional. Este paralelismo se ha considerado uno de los momentos de mayor sincronización estética entre ambas literaturas, que se invita a explorar en esta línea.
Igualmente, la literatura vasca experimenta un fuerte dinamismo en la década de los 30, cuando se aproxima a las estéticas de la modernidad que se desarrollan en otras lenguas y tradiciones literarias. Autores como Jose Maria Agirre ‘Xabier Lizardi’ y Esteban Urkiaga ‘Lauaxeta’, son figuras prominentes en este contexto; en el caso de este último, se ha destacado la impronta del 27 en sus obras y particularmente de Lorca, con quien presenta sugerentes paralelismos temáticos, simbólicos, etc. En este sentido, se invita a explorar los puntos de convergencia entre la literatura vasca del período y la Generación del 27, así como las relaciones interpersonales, procesos de traducción, etc.
Un lugar especial merece la relación entre el 27 y Cataluña. Un gran número de autores del 27 mantuvieron una relación especialmente estrecha con Cataluña, a todos los niveles: sus artistas y sus gentes, su tradición y sus movimientos de vanguardia, y se entusiasmaron con su cultura y literatura, actual y pasada. El ejemplo más paradigmático, el poeta que mostró más cercanía e interés por la cultura catalana fue sin duda Federico García Lorca, pero no fue el único, ni mucho menos. La relación entre los miembros de la generación del 27 con Catalunya podría concretarse en los siguientes puntos:
- Relaciones literarias y personales entre los miembros del 27 en español y en catalán, y colaboraciones recíprocas de ambos grupos. Un ejemplo paradigmático fue la colaboración de los artistas catalanes en El Gallo granadino (y la publicación del “manifest groc”), y de Lorca en L’Amic de les Arts.
- ¿Podemos hablar de un “27 catalán”? ¿Quiénes serían los poetas que podrían considerarse dentro de este grupo? En él tendrían cabida (por estética, por relaciones personales, por inquietudes, por trayectoria) nombres tan paradigmáticos como el de J. Salvat-Papasseit, J.V. Foix, Carles Riba, Clementina Arderiu, Sebastià Gasch, Josep Maria de Sagarra, Marià Manent, Tomàs Garcés…
- El interés por la cultura catalana desde Madrid, como se observa en actos como la exposición sobre el Libro Catalán en la Biblioteca Nacional en diciembre de 1927, o las conferencias de intelectuales catalanes invitados por La Gaceta Literaria (en febrero del mismo año).
- Cabe insistir también en cómo lee el 27 español a sus coetáneos, pero también a los noucentistes, a los modernistes y a los grandes nombres de la poesía y la literatura catalana de todos los tiempos, desde Maragall, Verdaguer y Guimerà a Ausiàs March o Llull, entre otros. No olvidemos que los escritores del 27 fueron poetas y profesores, y entre ellos hubo académicos y destacados filólogos.
- Cabe añadir también las relaciones entre intelectuales de una y otra lengua y cultura durante la guerra, posguerra y exilio. Así, Riba, Bosch i Gimpera o J. Xirau formaron parte del comité de redacción de Hora de España, pero no solo, ya que muchos de ellos se encontraron en los que acabaron siendo sus países de adopción, como México o los EEUU, y también a la vuelta del exilio, en una España todavía en dictadura.
Conexiones del 27 con Hispanoamérica
María Alonso, Nieves González Gil, Pablo Sánchez
Las conexiones del 27 con Hispanoamérica son muy diversas y tienen una trascendencia innegable. Las relaciones de amistad y empatía entre los escritores de ambos continentes se materializaron en decisivos encuentros como el II Congreso de Escritores Antifascistas en Valencia, en textos como Notas sobre la inteligencia americana del mexicano Alfonso Reyes, donde defendía que la guerra civil española era una cuestión que también afectaba a la población hispanoamericana, y en vínculos cercanos como la amistad de Lorca y Alberti con Neruda, o la de los poetas españoles jóvenes con Vallejo en los años treinta a partir de la edición española de Trilce. Asimismo, a partir de 1939 el continente acogió una gran cantidad de exiliados españoles, entre los que se encontraban autores como Luis Cernuda, Emilio Prados o León Felipe, a los que habría que sumar, desde una perspectiva igualmente transatlántica, los exiliados en Estados Unidos, como Salinas o Guillén.
Menos conocida es, quizá, la recepción del 27 previa a la guerra. El desarrollo de las poéticas de vanguardia tanto en España como en Hispanoamérica marcó ese periodo, lo que permite estudiar relaciones y establecer comparaciones. Del mismo modo, todavía podemos profundizar mucho más en el conocimiento de la recepción del 27 en América Latina en esos años iniciales de renovación a ambos lados del océano: reseñas y colaboraciones en revistas, estrenos teatrales, contactos y debates literarios.
Este eje busca, por tanto, acoger propuestas que traten estos aspectos y todas las cuestiones donde se puedan apreciar las relaciones transatlánticas que se dieron entre el 27 e Hispanoamérica.
El 27 en la actualidad
María Alonso, Juan Carlos Gil, Carlos Peinado
La fuerza creadora de unas obras encuentra su piedra de toque en la capacidad para seguir generando nuevas creaciones en las generaciones de autores que se han incorporado posteriormente a la escena literaria o artística. Conviene por tanto ver hasta qué punto las obras de los creadores del periodo estudiado siguen vigentes, no para la crítica o el estudioso, sino para los escritores o artistas. Algunas obras quizá hayan dejado de ser vigentes: apenas leídas (cuando en un tiempo fueron maestros para otros escritores), han caído en el olvido para los que toman la palabra en la actualidad. Otras en cambio, dejadas al margen en su momento, tal vez resuenen en las voces de la última generación.
Entre otras posibilidades, se pueden presentar propuestas que respondan a lo siguiente:
- La influencia de obras de poetas, dramaturgos, novelistas, periodistas o artistas en general, en los autores de hoy.
- El diálogo con obras, espacios, voces de la generación (como sucede, por ejemplo, en Nueva York después de muerto, de Antonio Hernández).
- La continuación de obras inacabadas (El sueño de la vida de Conejero)
- La aparición de artistas de la generación como personajes (de El otro amor de Federico a La península de las casas vacías).
Relaciones intergeneracionales
Carlos Peinado
Toda nueva generación que irrumpe en el panorama literario busca diferenciarse (sus autores desean un espacio en un ámbito limitado), pero también forjan alianzas con los grupos existentes y el amparo o magisterio de los mayores, con los que trazan inicialmente una relación de padrinazgo e influencia estética, que más adelante romperán (o no), al tiempo que esbozan una genealogía literaria. La antología de Gerardo Diego buscaba entroncar a los nuevos poetas con Unamuno, los hermanos Machado, Juan Ramón Jiménez y Moreno Villa. De este modo, se observan las líneas de continuidad de la modernidad, que no se rompen con la irrupción de una nueva generación, aunque adquieren nuevos acentos. Estos pueden influir igualmente en las antiguas generaciones. Así, mientras los jóvenes experimentaban con la prosa, los mayores (Miró, Unamuno, Azorín) seguían creando nuevos cauces para la novela, reventando sus costuras. Pero esta línea de la modernidad entra en conflicto con otra estirpe que viene a encarnar el compromiso político (Arconada, Arderíus, Sender) y se apoya en una genealogía diferente.
Algunos de estos magisterios o influencias han sido desarrollados tradicionalmente por la crítica (como es el caso de Juan Ramón Jiménez), otros se han explorado más recientemente (como la novela de Gabriel Miró).
Igualmente, los escritores de esta generación ejercerán un magisterio crucial (aunque no único) en los nuevos escritores. Ya antes de la guerra civil influyen en los jóvenes poetas de la llamada generación del 36 (que comenzarán publicando en sus revistas, como Cruz y Raya), manteniendo con ellos estrechas relaciones de amistad o padrinazgo. Tras la guerra, el magisterio se acentúa. Aleixandre constituye un ejemplo paradigmático, por su labor de guía para los autores que van surgiendo. No se debe entender esta relación como unidireccional: los jóvenes también influyen en los mayores, surgiendo relaciones de gran complejidad. A este rico tejido de influencias y oposiciones entre autores pertenecientes a generaciones diversas se consagran las comunicaciones de esta línea.
Influencias extranjeras y recepción internacional del 27
Clara Marías
Aunque la conexión de la llamada “Generación del 27” con su propia tradición española, ya sea medieval, áurea o romántica, ha sido más evidente para la crítica, no cabe duda de que la influencia de autores pertenecientes a otras lenguas y tradiciones fue igual de significativa para ellos. De igual modo, uno de los hitos fundamentales del éxito de estos autores fue su presencia internacional, con conferencias, giras, recitales en el extranjero etc. antes de la guerra civil, y con el desarrollo de su labor como docentes o editores en el extranjero, en muchos casos, tras el exilio, que les llevó a conocer a poetas extranjeros o que permitió que su obra fuera leída y apreciada y traducida en otros países. Esta línea, por tanto, invita a estudiosos de todas las literaturas, ya sea europeas, asiáticas, árabes o norteamericanas, a reflexionar sobre la relación del 27 con sus campos de estudio, y acogerá las comunicaciones que versen sobre las relaciones del 27 con el extranjero, con otras lenguas y países no hispanohablantes, en ambas direcciones: vínculos, lecturas, citas, influencias que pueden rastrearse de escritores extranjeros en los autores del 27 (como los clásicos grecolatinos, los románticos ingleses y alemanes, los surrealistas franceses, los haikus; o los encuentros con coetáneos como Malraux o Aragon a raíz de la Alianza de Intelectuales Antifascistas y otras organizaciones); o bien la huella que dejaron estos autores en países extranjeros, ya sea a partir de sus viajes (antes de la guerra civil, Rafael Alberti y María Teresa León en China o Rusia, o Lorca en EEUU), o exilios o de la influencia que tienen en poetas de otras lenguas, o las traducciones que se vertieron de sus obras a otras lenguas y favorecieron su recepción. También tienen cabida en esta línea las lenguas extranjeras presentes en la obra propia de los escritores de esta época, como el francés en Juan Larrea. Finalmente, un aspecto esencial que quiere promover este Congreso es no solo el estudio de las traducciones de nuestras escritoras y escritores a otros idiomas (y, por tanto, la recepción de sus obras en diversos ámbitos culturales), sino la promoción de nuevas traducciones que permitan hacer accesibles sus mejores obras a los principales idiomas del planeta.